Porque
jamás le dediqué una entrada a todos.
Ellos, caras sin nombres, ni espíritus, ni formas, ni almas. Sin muertes.
Cuando muere uno, mueren todos. Cuando nacen todos, solo vive uno.
Ese sin cara.
Un asiento menos, dijo.
Quizás hasta lo ocupa otro.
No, no. Nada es tan
así.
Todos también soy yo. Si generalizamos, pertenezco.
Pertenezco, pertenecemos. Soy, somos, todos. Menos uno.
Menos vos. Onda,
-vos.
Un vos negativo, que solo resta.
No, no. Nada es tan
así.
Lo que decís, solo tiene sentido para vos, comentó.
Por eso te creen rara. Pero NO.
No, no. Nada es tan
así.
Brazos fuertes. Risa loca. Mi voz al otro lado del tubo telefónico.
Caras, gestos, modos, nombres.
Y yo me acuerdo de todo, trato de perpetuarlos.
Los ojos que no miraron, o la charla que yo solo me imaginé.
Todo, todo está en mi cabeza. No lo pierdo más.
Pero no, verdad?
No, no. Nada, pero nada, de nada es tan tan
así.
Es la necesidad de
ella de hacerse la altanera. También escuché.
Yo quiero ver a la gente reir, me dijo.
Se feliz. Dame bola. Pensá. Razoná. Escuchame. Entendeme.
O quizás, no entendés nada!. Me hablan mucho.
Yo guardo todo. TODO.
Y
vos.
Jaja.
Vos lees esto y pensás que es para
vos.
Como todas las putas veces que lees mis cosas y decis "
habla de mi".
Y yo te digo, si. Hablo de vos. De vos y para vos.
Pero no sos el único. Nunca jamás, todo tiene un solo sentido.
Una entrada para
todos.
Pero no, en serio.
No, no. Nada es tán
así.
Así las cosas.