7.5.09

Alfonsina -parte I-

Alfonsina respiró hondo. Luego Alfonsina abrió los ojos. Acto seguido, Alfonsina se incorporó levemente.
-Qué?.- Preguntó con brusquedad.
Había estado sin pensar, y recostada en el suelo de su pasillo blanco, no pretendía que la molestaran.
-Ábreme la puerta.- Dijo un hombre adulto con cabeza de jaguar.
-Es temprano aún.- Reprendió Alfonsina, volteando sobre su brazo izquierdo y dándole la espalda.
-No, ábreme la puerta.- volvió a insistir el extraño personaje con su perturbante voz de niña.
-Será la última vez.- Accedió Alfonsina incorporándose del todo y caminando a lo largo del pasillo blanco.
Al llegar al final, abrió la tercer puerta ubicada a la derecha.
Marie se apresuró a entrar, y sus pasos resonaron en la losa negra y roja; llegó hasta el fin de la pequeña habitación y se sentó delante del lavarropas. Se acomodó para verlo girar con sus felinos ojos.
Alfonsina cerró la puerta y se alejó pensando (como de costumbre) en que (también como de costumbre) alguien ya había prendido esa máquina y no sabia quién.
Se escurrió hasta la segunda puerta a la izquierda.
Alfonsina entró a la cocina. Mirta y Tamir la esperaban, ya con el desayuno listo.
-Días buenos.- Dijo el espejo con brazos.
-Estás cómo?.- Concluyó el marco con piernas.
-Gracias, bien.- Contestó Alfonsina mientras se sentaba.
No se vio reflejada en Tamir, pero estaba bien, porque ese espejo ya no reflejaba nada.
Alfonsina sintió un escalofrío y oyó pasos en el pasillo; así que se paró rápido y , en un momento, mientras Tamir y Mirta se acomodaban detrás de ella, Marie entró junto con una silla de un ojo, un pequeño elefante rojo, una bailarina con manos en vez de pies (y viceversa), una burbuja brillante y a la retaguardia, cuidando sus espaldas, un arlequín.


No es mucho, pero creo que es lo mejorcito que escribí en segundo año (patético).
Encontré el manuscrito por ahí y no quiero perder el texto.

1 comentario:

M I C A dijo...

ja, me acuerdo de eso.