11.11.09

Trópico de Cáncer.


Y yo que me inventara estos reinos fríos de pastizales helados y rotos, devorados a pedazos por una prosa que no es mía y que una voz insiste en regalarme; que un frío de la Rue Danton acostado en el suelo del teatro me patea a golpes el alma y un cielo que nos miente, diciéndonos que es el mismo en tu ventana y en la calle que me congela, se apaga del todo; que un par de perros inventados me escupen al oído una melodía y siete mares hechos del marfil, enormes, infinitos e indomables, intentan tocar el piano. Quién diría, la más dulce condena, que un beso de su boca es el fuego del sur chocándome en la cara, una reina que me invade y me desarma, que todo lo domina y todo lo embellece.

A ti te agradecemos, Lautaroro.
Glorioso. Audaz.

Cada día crecen mis dificultades
para ordenar las letras y demás símbolos
en un orden lógico, correcto y comprensible
para lo estipulando en nuestro lenguaje.
Espero que sea solo el fin de año, porque
cada día me expreso con menos claridad.

No hay comentarios.: